poesia

Juan Ramón Jiménez para niños

Nació una noche muy fría
en Moguer, pueblo de cal,
lleno de luz y alegría,
con el aire oliendo a sal.


Jugaba con poca gana.
Aislado y meditabundo,
por las puertas y ventanas
se asomaba a ver el mundo.


"Mi príncipe", lo llamaba
su madre con voz melosa
y a Juanito le volaba
por dentro una mariposa.


Enfermizo y delicado,
Juan Ramón con su maleta
se marchó a ser abogado,
y se convirtió en poeta.


El poeta Juan Ramón,
el mago de las palabras
que te llega al corazón
con solo un abracadabra.


Era ya escritor notorio,
pero de frágil salud:
de médico en sanatorio
se pasó la juventud.


Se paseaba a menudo
a lomos de su Platero,
que era un burro muy peludo,
por un estrecho sendero.


Se enamoró de Zenobia,
la persiguió noche y día,
logró que fuese su novia,
su equilibrio y su alegría.


Dieron refugio y hogar
a huérfanos de la guerra
y tuvieron que emigrar
a otro lado de la Tierra.


Recibió un premio excelente,
el de grandes escritores,
por regalar a la gente
sus palabras de colores.


El escritor andaluz,
hasta el fin de su andadura,
repartió versos de luz,
y puñados de hermosura.
    (De buena tinta, Lecturas 4º de Santillana)

UN BESO A MAMÁ  Sólo tú eres capaz de estar conmigo en todo sitio,  cuando sueño o si me pierdo el concurso de la escuela,  mamita tienes el don de saber qué necesito,  en las mañanas me arropas porque frío no sienta.  Me llevas al colegio y al doctor cuando me enfermo,  siempre me tienes lista la comida y el refresco,  me das tu ayuda para el proyecto escolar perfecto,  me aconsejas cuando tengo dudas en lo que siento.  Lloras con mi llanto si la vida daña mi senda,  pero me alientas a seguir fuerte aunque eso me duela,  estás al tanto de mi para que con eso aprenda,  que con el dolor se valoran las cosas que llegan.  Ríes con mi risa cuando las sonrisas acuden,  en mis triunfos y buenas notas feliz me festejas,  son momentos que el corazón mío me lo sacuden,  dejando en la memoria grandes recuerdos que alegran.  Mamita querida se llega el día de las madres,  quiero que me lleves contigo siempre en tu fiel vientre,  soy una niña crecida, no quiero que te apartes,  soy parte de tu vida, de tu piel y de tu mente.  Gracias por llorar con mi llanto y reír con mi risa,  gracias al cielo por el ángel que hay en mi sendero,  por conocer mis lágrimas en alguna desdicha,  soportando por mi causa dolores verdaderos.  Te regalo un beso mamá, eres la mejor del mundo,  me voy a portar bien y no te haré enojar ya nunca,  tu sonrisa vale mucho, tú eres un ser profundo,  soy tu extensión, la continuación de tu única vida.